Solo hay una palabra para describir a The Umbrella Academy: Excéntrico.
En los primeros seis números la torre Eiffel se levanta de París
cual mecha japonés, un niño pierde su cuerpo e inserta su cabeza en el cuerpo de un simio y una mujer se vuelve un violín humano. No estoy inventando esto, lo juro. Grant Morrison dice en su introducción: los superhéroes del siglo veintiuno han llegado. Y si Grant Morrison piensa que tu comic es original, entonces lo más probable es que tu comic tenga por lo menos el efecto de un hongo alucinógeno.
Tal vez lo más raro es la persona detrás del comic: Gerard Way. Si no eres un emo, a lo mejor no sabrás que Way es el cantante de My Chemical Romance. Pero sí. Un cantante emo ha escrito el mejor comic de superhéroes del año pasado. Increíble. El comic lanza conceptos a cien por hora (con razón le gusta a Morrison) y cada escena de acción es mejor que la anterior. Pero primero, la historia.
Hace 30 años, Sir Reginal Hargreeves, un cazador e inventor desquiciado, adoptó siete niños que nacieron de maneras inexplicables. Uno se volvió un detective espacial junto a un mono parlante, otro se perdió en el tiempo y otro terminó muerto. En el presente cada hermano se ha ido por su lado, pero cuando Hargreeves fallece, todos se ven obligados a juntarse para detener a la Orquesta Verdammten.
Bla bla bla, lo sé, suena a un comic normal. Pero la verdad es que no hay nada similar en el mercado en este momento (Casanova de Fraction está cerca). Como en todo lo bueno, la magia no está en el QUÉ sino en el CÓMO. Miren la página de abajo cómo la estatua de Lincoln se levanta y cómo un mono vestido de George Washington se propone a detenerlo con dinamita.
Es así de loco. Siempre. El comic se parece un poco a Lost en que hace cientos de preguntas y nunca responde nada. Pero tal vez no importa. No cuando agentes del tiempo acorralan a un niño que usa una metralleta de gangster para matar a todos.
Gabriel Ba dibuja. Ba es uno de los grandes modernos. Es una especie de Mignola relajado. Menos sombra, más movimiento. Miren cuan fluída es la escena de arriba. Acción kinética pura. El primer storyarc de 6 números se llama Apocalypse Suite y el primer número del 2do arco llamado Dallas (comienza con un Kennedy viejo pidiendo ayuda) recién ha salido a la venta. Leánlo ya.
Siquiera para ver a Lincoln escupir fuego por la boca.
Tal vez lo más raro es la persona detrás del comic: Gerard Way. Si no eres un emo, a lo mejor no sabrás que Way es el cantante de My Chemical Romance. Pero sí. Un cantante emo ha escrito el mejor comic de superhéroes del año pasado. Increíble. El comic lanza conceptos a cien por hora (con razón le gusta a Morrison) y cada escena de acción es mejor que la anterior. Pero primero, la historia.
Hace 30 años, Sir Reginal Hargreeves, un cazador e inventor desquiciado, adoptó siete niños que nacieron de maneras inexplicables. Uno se volvió un detective espacial junto a un mono parlante, otro se perdió en el tiempo y otro terminó muerto. En el presente cada hermano se ha ido por su lado, pero cuando Hargreeves fallece, todos se ven obligados a juntarse para detener a la Orquesta Verdammten.
Bla bla bla, lo sé, suena a un comic normal. Pero la verdad es que no hay nada similar en el mercado en este momento (Casanova de Fraction está cerca). Como en todo lo bueno, la magia no está en el QUÉ sino en el CÓMO. Miren la página de abajo cómo la estatua de Lincoln se levanta y cómo un mono vestido de George Washington se propone a detenerlo con dinamita.
Es así de loco. Siempre. El comic se parece un poco a Lost en que hace cientos de preguntas y nunca responde nada. Pero tal vez no importa. No cuando agentes del tiempo acorralan a un niño que usa una metralleta de gangster para matar a todos.
Gabriel Ba dibuja. Ba es uno de los grandes modernos. Es una especie de Mignola relajado. Menos sombra, más movimiento. Miren cuan fluída es la escena de arriba. Acción kinética pura. El primer storyarc de 6 números se llama Apocalypse Suite y el primer número del 2do arco llamado Dallas (comienza con un Kennedy viejo pidiendo ayuda) recién ha salido a la venta. Leánlo ya.
Siquiera para ver a Lincoln escupir fuego por la boca.
Comentarios
Me alegro que ya haya empezado otro arco argumental del comic
Creo que justo es lo que tú dices, lo tan poco convencional del comic, que hace que me guste tanto. La verdad que me recuerda bastante a los comics de DC del silver age. Ideas nada convencionales y sin sentido, pero que igual nos dejan pidiendo más.