Dándole una revisada al blog, me he dado cuenta que hace varios días no hablo de un comic que me haya llamado la atención. Decidí cambiar esto y luego de leer la crítica de César en Pienso en Comics, me animé a leer el último número de Crash Boom Zap, y evaluar por mi propia cuenta, los méritos o faltas del fanzine. El trabajo editado por Cherman es una especie de mini antología alternativa con un solo objetivo: criticar a la policía nacional y su abuso de poder en nuestra sociedad. El comic cuenta con varios colaboradores entre los que más destacan Gabriel Darvasi, Manuel Gómez Burns y Jorge Perez Ruibal.
3 – El espacio. En este tipo de fanzines, es natural que la falta de espacio se vuelva un problema. Lamentablemente, algunas piezas se verán más afectadas que otras. Tal es el caso de David Galliquio y su ‘Lito El Perro’ (una especie de Fritz The Cat criollo) quien tiene que llenar 20 paneles en un espacio de aproximadamente 20cm x 10cm. Sorry si sueno muy matemático pero eso es menos de 10 cm cuadrados por panel. O sea, paneles del tamaño de mi dedo gordo. Y eso, sin contar la barra del título. Es un muy buen trabajo con curiosos detalles (miren el último panel) que desafortunadamente pierden fuerza en un espacio tan reducido. Se vería mil veces mejor en una A3.
4 – La temática. A diferencia de César, no me pareció redundante. A lo mejor se debe a que es el primer Crash Boom Zap que leo, pero la verdad es que me pareció una propuesta fresca e interesante. La crítica a la sociedad y a las figuras autoritativas de nuestra sociedad es algo que se está volviendo cada vez más común en el ámbito artístico. Pero no me parece algo reprochable. En todo caso, tiene mucho que decir del sentimiento colectivo del artista peruano. ¿Cómo explicar que hay más comics underground siendo producidos en el Perú que comics de superhéroes o manga? ¿O acaso me equivoco? Existe un sentimiento de rebeldía en el aire nacional y la verdad me parece excelente que existan personas dispuestas a tocar el tema en lugar de crear fantasías juveniles de capas y spandex. Bien por ellos.
5 – Las letras K. Alguien ayúdeme. No entiendo el concepto de reemplazar todas las letras C con K en la editorial. ¿Parte de la actitud suburbana del Krash? Puede ser. En las palabras de Cherman:
Debo confesarles que es la primera vez que leo el fanzine de Cherman ‘dedikado a la maldita sobrevivencia’ como se autodescribe y he llegado a las siguientes conclusiones.
1 – El precio. Lo más básico de lo básico. Cero soles por un fazine en formato brochure de una extensión aproximada de 2 páginas A4. Esto nos dice mucho. Es un trabajo de pasión y de esfuerzo por parte de sus creadores. La editorial titulada ‘Mierditokrash!’ lo confirma: ‘Kualkiera puede hacer su fanzine y eso nos ayudaría a generar otro tipo de desarrollo diferente al ke se da en un país, donde nadie se entera de nada y por eso no generamos la fuerza para un desarrollo posible’. Conciencia es la palabra clave. Crearla y promoverla.
2 – El arte. Es variado y tiene sus altos y bajos. En particular, disfruté el lápiz de Gómez Burns. Es una clara pero fiel referencia al estilo de Charles Burns (lo cual es perfectamente adecuado, si me preguntan). De igual manera los one panel shots hacen un muy buen trabajo llevando los clichés policiales al extremo de la ridiculez. Especialmente me divertí con el uróboros policiaco de Perez Ruibal.
Sin embargo, hay unas decisiones editoriales que a mi parecer crean un quebranto en la fluidez narrativa. Tal es el caso de poner la pieza de Roddy Gallegos junto a la de Darvasi. Buenos trabajos con estilos completamente distintos que no tienen compatibilidad el uno con el otro. Sé que la falta de espacio es una desventaja natural pero agrupar el ‘Mocus y Kaotico’ de Gallegos con ‘La Prole’ de Renzo Gonzáles hubiese sido una solución más razonable para evitar el stop repentino que se siente al pasar de un comic a otro.
1 – El precio. Lo más básico de lo básico. Cero soles por un fazine en formato brochure de una extensión aproximada de 2 páginas A4. Esto nos dice mucho. Es un trabajo de pasión y de esfuerzo por parte de sus creadores. La editorial titulada ‘Mierditokrash!’ lo confirma: ‘Kualkiera puede hacer su fanzine y eso nos ayudaría a generar otro tipo de desarrollo diferente al ke se da en un país, donde nadie se entera de nada y por eso no generamos la fuerza para un desarrollo posible’. Conciencia es la palabra clave. Crearla y promoverla.
2 – El arte. Es variado y tiene sus altos y bajos. En particular, disfruté el lápiz de Gómez Burns. Es una clara pero fiel referencia al estilo de Charles Burns (lo cual es perfectamente adecuado, si me preguntan). De igual manera los one panel shots hacen un muy buen trabajo llevando los clichés policiales al extremo de la ridiculez. Especialmente me divertí con el uróboros policiaco de Perez Ruibal.
Sin embargo, hay unas decisiones editoriales que a mi parecer crean un quebranto en la fluidez narrativa. Tal es el caso de poner la pieza de Roddy Gallegos junto a la de Darvasi. Buenos trabajos con estilos completamente distintos que no tienen compatibilidad el uno con el otro. Sé que la falta de espacio es una desventaja natural pero agrupar el ‘Mocus y Kaotico’ de Gallegos con ‘La Prole’ de Renzo Gonzáles hubiese sido una solución más razonable para evitar el stop repentino que se siente al pasar de un comic a otro.
3 – El espacio. En este tipo de fanzines, es natural que la falta de espacio se vuelva un problema. Lamentablemente, algunas piezas se verán más afectadas que otras. Tal es el caso de David Galliquio y su ‘Lito El Perro’ (una especie de Fritz The Cat criollo) quien tiene que llenar 20 paneles en un espacio de aproximadamente 20cm x 10cm. Sorry si sueno muy matemático pero eso es menos de 10 cm cuadrados por panel. O sea, paneles del tamaño de mi dedo gordo. Y eso, sin contar la barra del título. Es un muy buen trabajo con curiosos detalles (miren el último panel) que desafortunadamente pierden fuerza en un espacio tan reducido. Se vería mil veces mejor en una A3.
4 – La temática. A diferencia de César, no me pareció redundante. A lo mejor se debe a que es el primer Crash Boom Zap que leo, pero la verdad es que me pareció una propuesta fresca e interesante. La crítica a la sociedad y a las figuras autoritativas de nuestra sociedad es algo que se está volviendo cada vez más común en el ámbito artístico. Pero no me parece algo reprochable. En todo caso, tiene mucho que decir del sentimiento colectivo del artista peruano. ¿Cómo explicar que hay más comics underground siendo producidos en el Perú que comics de superhéroes o manga? ¿O acaso me equivoco? Existe un sentimiento de rebeldía en el aire nacional y la verdad me parece excelente que existan personas dispuestas a tocar el tema en lugar de crear fantasías juveniles de capas y spandex. Bien por ellos.
5 – Las letras K. Alguien ayúdeme. No entiendo el concepto de reemplazar todas las letras C con K en la editorial. ¿Parte de la actitud suburbana del Krash? Puede ser. En las palabras de Cherman:
Comentarios
Eso, dice Crumb, pone las cosas en perspectiva.
No puedo negar que me sentí un poquito así al leer tu reseña sobre mi trabajo y luego tu mirada bastante complaciente sobre el CrashBoomZap...
pd: Ya le dije a Jorge Perez-Ruibal que no se junte/publique con la chusma...
¿Te parece? Admito que a veces puedo ser muy generoso con mis críticas. Tal vez me enfoco instantáneamente en lo bueno y no en lo malo del algún trabajo. Al fin y al cabo, una crítica es solo la opinión de una persona.
Como escribí en el post, es la primera vez que leo un CBZ y la verdad no me pareció tan malo como a otras personas. Además, el solo hecho que alguien esté dispuesto a vender su arte a 0 soles, me pareció rescatable.
Y la verdad que sí, concuerdo contigo. La contribución de Perez Ruibal fue una de las mejores, por lejos.
Las cosas en perspectiva.