Seamos honestos. El comic en el Perú no es un libro muy grande que digamos. No me malentiendan. Han habido artistas y producciones excepcionales hechas en el Perú, pero el output nacional en las últimas décadas ha sido pobre cuando lo comparamos con industrias vecinas como la Argentina o la Brasileña. Sin embargo, no debemos olvidar que existen artistas peruanos brillantes con un manejo del lápiz que opacaría a muchos talentos extranjeros. Uno de estos artistas es Carlos Castellanos.
Lo más probable es que recuerden a Carlos por su trabajo en el Súper Cholo, publicado en el Dominical del Comercio en la década de los noventas. En esa época, Carlos logró algo inusual: trabajar en una publicación semanal dibujando cómics por un período que duró varios años, algo visto en raras ocasiones en nuestro país. Pero no solo eso, Carlos también trabajó en la Araña NO de Juan Acevedo y hoy en día agracia las páginas de Caretas con sus excelentes ilustraciones.
Tuve la chance de conversar hace poco con él sobre sus influencias, su proceso creativo y sobre cómo rayos se supone que iba a terminar el Campeonato Intergaláctico del Súper Cholo (El Comercio canceló la publicación sin haber terminado la historia). Sigan leyendo y también verán cuan similares eran las oficinas editoriales de Marvel y El Comercio.
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Gianco Román: Cuéntame de tu proceso creativo
Carlos Castellanos: Originalmente, soy un dibujante. Me gusta dibujar y de ahí haber empezado con lo que es el comic. Desde los 4 años, cuando aún no sabía escribir, yo hacía dibujos y llamaba a mi papá para que me escribiera el texto.
GR: ¿Cómo desarrollas tus ideas. ¿Empiezas con una historia?
CC: Depende. Por ejemplo, lo último que hice fue Máximo, la historia de un superhéroe enano. La idea nace de una película y del concepto de convertir en principal a un personaje pequeño. La verdad es que no hay muchos héroes así. Cuando lo hice, empecé a pensar cómo iba a ser su personalidad, dónde iba a trabajar y quiénes lo iban a acompañar. Así es como lo hago. En mi trabajo anterior cuando hacía el Súper Cholo, tenía que trabajar con un personaje que ya había sido creado. El doctor Francisco Miro Quesada (ex-director del Comercio), que era el escritor, solía darme un texto de unas 5 o 6 páginas y en esas páginas él narraba toda la historia en general.
GR: ¿De qué manera estructuraba la historia? ¿Te indicaba el número de páginas o las acciones que iban en cada panel?
CC: No, no. Como te digo, él solo me daba 5 a 6 páginas en las que me contaba lo que le pasaba al Súper cholo. Me decía “El Súper Cholo conoce a tal, de ahí se va a tal planeta y tiene que visitar tal sitio”.
GR: O sea tu hacías todo el trabajo de plasmar la historia en formato comic.
CC: Claro. Yo estructuraba la página, le daba vida a los personajes nuevos porque si bien el Súper Cholo ya estaba definido desde años antes, habían otros personajes nuevos y entonces tenía que pensar en cosas como por ejemplo qué tipo de ropa iban a usar y en sí, ir armando todo el guión.
(Super Cholo dibujado por Honigmann)
GR: ¿Te refieres al diálogo?
CC: Sí. Yo también tenía que armar todo el diálogo en base a lo que me daban.
GR: Una especie de Stan Lee y Jack Kirby.
CC: Claro. El estilo Marvel (risas). Pero era un estilo Marvel a la peruana. Yo tenía que hacer durar esas 5 páginas.
(NOTA: El método Marvel empleado en los sesentas consistía en lo siguiente. Lee hacía un esbozo de la historia, Kirby hacía todo el comic y al final Lee llenaba el diálogo.)
GR: No es que te daban semanalmente un número de páginas
CC: No, no. Yo tenía que hacer durar esas páginas por semanas. A veces de esas 5 páginas, sacaba hasta 50 páginas.
GR: Bastante
CC: A veces el doctor Miro Quesada se iba a convenciones de filosofía fuera del país o cosas similares, y me dejaba todo a mi. Me daba total libertad y a él le gustaba mucho el trabajo que hacía. Al contrario de varios conocedores que siempre hablan de la obra de Honigmann (dibujante original), para el doctor, la mejor era del Súper Cholo fue la mía. (Risas)
GR: ¿De qué año a qué año trabajaste en el personaje?
CC: Del 94 al 98.
GR: Y nunca terminaron con el campeonato intergaláctico. (El Comercio canceló la publicación sin concluir la historia)
CC: Claro. Ese fue un refrito del doctor. La verdad es que en esa época el doctor ya estaba mayor y tenía una idea un poco inocente sobre cómo revivir esa fiebre del fútbol de los sesentas. El campeonato intergaláctico fue originalmente un cómic hecho por Honigmann en los sesentas y ahí si tuvo pegada. En los noventas el doctor tuvo la idea de volver a hacer lo mismo y hasta planeó algunos concursos. “¿Por qué no sorteamos una PC?” – decía. Pero no fue así.
GR: Pero la historia no acabó ¿no?
CC: No, no acabó. En los Focus Groups que hacía El Comercio, salió que la gente no leía el Super Cholo. Pero yo he conocido a muchas personas desde entonces en revistas, periódicos, gente que si leía al Súper Cholo. El problema es que a los Focus Groups solo van un grupo de 10 personas, 15 personas. Los ponen en un cuarto con bocaditos, gaseosas y ellos son los que deciden que es lo que pasa con el Súper Cholo. No es muy confiable.
GR: Claro
CC: Y en el 98 hubo todo este cambio en el Comercio. Todo cambió. Mucha gente no se imaginó lo que iba a pasar.
GR: ¿Cuál es tu comic favorito?
CC: Unos que me gustan mucho son los de Superman de los años 50
GR: El silver age
CC: Claro. Eran historias más inocentes, pero también más fantásticas.
GR: Eso es lo genial de los comics de Superman de entonces. Y creo que esto es algo que dijo Grant Morrison. Si tienes a un personaje que puede hacer todo, que es invencible, súper fuerte, súper veloz, no puedes darles enemigos o problemas comunes. Tienes que darles villanos inimaginablemente poderosos.
CC: Claro. Hacer demasiado real un comic como Superman, le quita un poco la gracia. La humanidad es importante pero no puede ser muy realista. Lo divertido es lo clásico, las historias fantásticas de entonces o cómics como el de Jimmy Olsen.
GR: ¡Claro! El comic de Jimmy Olsen era buenísimo. ¿Y cuál es tu dibujante favorito?
CC: Uno de los que me gusta mucho hoy en día es Frank Quitely. Hay un número de New X-Men en que los personajes entran a la mente del Profesor X y todo el comic es mudo. Ni una palabra. Y Quitely maneja cada cuadrito del comic de manera excelente. La historia es sobre como se dan cuenta que el profesor tiene un alma gemela y el dibujo la verdad es increíble.
GR: Pero tu estilo es distinto al de Quitely. ¿De dónde viene?
CC: Cuando creamos el club Nazca con Javier Prado y Carlos Crisóstomo, me llamaron para que haga un comic. La persona que me llamó disfrutaba bastante del Principe Valiant de Hal Foster. Las tiras eran inmensas y me pidieron que trabajara en ese estilo. En aquél entonces yo ya trabajaba con estilógrafo y de pronto tuve que aprender a manejar el pincel. ¡Lo gracioso es que nunca había pintado con pincel! Tenía 17 años y solo sabia manejar plumilla. “Es bien fácil”- me dijeron, -“Tú puedes”. Empecé a ver el comic de Foster paro aprenderlo, pero la verdad es que a mí más me gustaba Alex Raymond que hacía Flash Gordon. Pero en conclusión, aprendí de esos 2, Raymond y Foster.
GR: Dos maestros de maestros
CC: Claro. En general yo diría que tengo un estilo pulcro. Líneas limpias. Antes de la computadora uno tenía que entintar y hacer todo a mano. Todo tenía que estar perfecto. Y yo trabajaba en paginas enormes de 30 X 40. Las páginas eran tan grandes que cuando las llevaba al Comercio, no entraban en la copiadora que tenían. Así que tenían que recortar las páginas para poder escanearlas.
GR: ¡Qué desgracia! Suena a lo que le hacían a los dibujantes en Marvel y DC en los 60s.
CC: Sí, desde entonces dejé de trabajar en páginas grandes y empecé a dibujar en páginas mas pequeñas. Si tu ves los primeros números del Súper Cholo te vas a dar cuenta que los dibujos son mucho más detallados y de mayor calidad. Pero eso no es todo. El Comercio no te devolvía los originales. Te decían que ya eran parte de la empresa y punto. Y yo trabajé bastante en esos comics. Normalmente una página del Super Cholo me tomaba un día. Pero las primeras 8 páginas que hice me tomaron 2 meses enteros hacerlas. Pero bueno, la cosa es que cuando empezaron a sacar a todos del comercio, una de las secretaria me pasó la voz. Me acerco y me dice que los últimos Súper Cholos los tenía guardaditos en un cajón.
GR: Pucha...
CC: Sí. Me pasó los últimos que había dibujado. Pero mis favoritos, los primeros que había hecho en páginas grandes ya no los tenían.
GR: A lo mejor hay un cuarto en El Comercio con todos los dibujos originales del Súper Cholo.
CC: (risas) Seguro. Encima esos los dibujaba con una tinta que ya no existe. Usaba la Artist Color de Rotting. Es una tinta que ya no lo hacen. En Internet he preguntado, he buscado pero no la he podido encontrar. Ahora todo lo hacen con computadora. Pero volviendo al tema, sí. Siempre me ha gustado el trazo limpio. Pero eso ha cambiado. Ahora la gente dibuja de manera más libre, más espontánea. Y yo también. A veces veo mi dibujo en bosquejo y me gusta más así que cuando se ve todo terminado y limpio. Es una evolución creo yo. Como el estilo de Frank Miller. Antes entintaba parecido a Vincent Coletta, muy clásico. Y cuando hace Batman, empieza a cambiar bastante. Y con Sin City, uff... Para cambiando su estilo. Pero sí, yo empecé así y ahora hago pocos comics al año. Más que nada para Carboncito. Pero estoy tratando de cambiar mi estilo. Ya no me gustan mucho esos dibujos que hacía para Súper Cholo. Ahora, muchas de las cosas que hago para Caretas me sirven para plantearme nuevos estilos, nuevas técnicas. Me he dado cuenta que muchos de los artistas que he conocido y que me gustan llegaron a un punto en sus carreras en que dejaron por completo su estilo y cambiaron. Y siempre ha sido así. La mayoría de cosas que he hecho, las he ido improvisando a media que me las pedían. Cuando me pidieron hacer caricaturas, yo nunca había hecho algo similar. Pero empecé y le encontré el estilo. Igual con ilustraciones de cuentos para niños. Nunca había hecho algo similar. Es como si tomara de mi subconsciente, imágenes que he visto antes y las usara para dibujar.
GR: ¿Y ahora?
CC: No se, creo que si llego a pasar a la historia, pasaré a la historia como la persona que tomaba personajes antiguos (risas). Cogí al Súper Cholo y a la Araña NO que era un personaje de Juan Acevedo. También salió en El Mundo que era un muy buen diario como El Comercio. Juan me daba todos los días una página A4 con esbozos y el argumento y yo hacía una página al día.
GR: ¿Cómo estructuras una página?
CC: Lo hago de una forma global. Empiezo viendo la página, como van a ir las viñetas y de ahí dibujo los personajes. Siempre empiezo con las cabezas. A veces usaba personas como mi hermano como referencia para algunos personajes. En uno de los primeros números del Súper Cholo salía su rostro. Pero en realidad, me imagino todo visualmente, como si fuera una película. Pero no solo en comics, lo hago con todo. Cuando hablo con mi esposa y le cuento cosas, siempre explico todos los detalles de manera visual. Esto era así, eso era asá. Como si estuviera allí mismo. Recuerdo que cuando le preguntaron a Honigmann cómo hacía para dibujar, dijo algo que estoy seguro si le preguntas a cualquier dibujante te va a decir lo mismo. "Yo me imagino una escena, y la copio" y lo mismo te respondo yo. Uno ve una página en su cabeza. Lo único que tienes que hacer es copiarla, plasmarla en un papel.
GR: ¿Cómo te sientes respecto al Súper Cholo?
CC: Fue un trabajo del cual siempre voy a estar orgulloso. A pesar que nunca me devolvieron los originales y que casi no acepto el trabajo por eso, a pesar de todo eso, siempre lo tomé como una gran responsabilidad. Ponía mi esfuerzo y trataba de hacer lo mejor que podía. De ahí me daban más chamba y tenía menos tiempo por lo que tenía que apurarme, pero siempre traté de hacer lo mejor posible. Siempre voy a estar orgulloso de haber trabajado en un comic hecho y publicado en el Perú.
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Mil gracias a Carlos. Espero hayan disfrutado la entrevista y no se olviden de visitar su blog. Interesante la forma en que un periódico manejaba un comic nacional hace tan solo diez años ¿no? Pareciera que Mort Weisinger los hubiese estado editando.
CC: Sí. Yo también tenía que armar todo el diálogo en base a lo que me daban.
GR: Una especie de Stan Lee y Jack Kirby.
CC: Claro. El estilo Marvel (risas). Pero era un estilo Marvel a la peruana. Yo tenía que hacer durar esas 5 páginas.
(NOTA: El método Marvel empleado en los sesentas consistía en lo siguiente. Lee hacía un esbozo de la historia, Kirby hacía todo el comic y al final Lee llenaba el diálogo.)
GR: No es que te daban semanalmente un número de páginas
CC: No, no. Yo tenía que hacer durar esas páginas por semanas. A veces de esas 5 páginas, sacaba hasta 50 páginas.
GR: Bastante
CC: A veces el doctor Miro Quesada se iba a convenciones de filosofía fuera del país o cosas similares, y me dejaba todo a mi. Me daba total libertad y a él le gustaba mucho el trabajo que hacía. Al contrario de varios conocedores que siempre hablan de la obra de Honigmann (dibujante original), para el doctor, la mejor era del Súper Cholo fue la mía. (Risas)
(El Super Cholo junto a Sampietri)
GR: ¿De qué año a qué año trabajaste en el personaje?
CC: Del 94 al 98.
GR: Y nunca terminaron con el campeonato intergaláctico. (El Comercio canceló la publicación sin concluir la historia)
CC: Claro. Ese fue un refrito del doctor. La verdad es que en esa época el doctor ya estaba mayor y tenía una idea un poco inocente sobre cómo revivir esa fiebre del fútbol de los sesentas. El campeonato intergaláctico fue originalmente un cómic hecho por Honigmann en los sesentas y ahí si tuvo pegada. En los noventas el doctor tuvo la idea de volver a hacer lo mismo y hasta planeó algunos concursos. “¿Por qué no sorteamos una PC?” – decía. Pero no fue así.
GR: Pero la historia no acabó ¿no?
CC: No, no acabó. En los Focus Groups que hacía El Comercio, salió que la gente no leía el Super Cholo. Pero yo he conocido a muchas personas desde entonces en revistas, periódicos, gente que si leía al Súper Cholo. El problema es que a los Focus Groups solo van un grupo de 10 personas, 15 personas. Los ponen en un cuarto con bocaditos, gaseosas y ellos son los que deciden que es lo que pasa con el Súper Cholo. No es muy confiable.
GR: Claro
CC: Y en el 98 hubo todo este cambio en el Comercio. Todo cambió. Mucha gente no se imaginó lo que iba a pasar.
(El Campeonato Intergaláctico de los noventas)
GR: ¿Cuál es tu comic favorito?
CC: Unos que me gustan mucho son los de Superman de los años 50
GR: El silver age
CC: Claro. Eran historias más inocentes, pero también más fantásticas.
GR: Eso es lo genial de los comics de Superman de entonces. Y creo que esto es algo que dijo Grant Morrison. Si tienes a un personaje que puede hacer todo, que es invencible, súper fuerte, súper veloz, no puedes darles enemigos o problemas comunes. Tienes que darles villanos inimaginablemente poderosos.
CC: Claro. Hacer demasiado real un comic como Superman, le quita un poco la gracia. La humanidad es importante pero no puede ser muy realista. Lo divertido es lo clásico, las historias fantásticas de entonces o cómics como el de Jimmy Olsen.
GR: ¡Claro! El comic de Jimmy Olsen era buenísimo. ¿Y cuál es tu dibujante favorito?
CC: Uno de los que me gusta mucho hoy en día es Frank Quitely. Hay un número de New X-Men en que los personajes entran a la mente del Profesor X y todo el comic es mudo. Ni una palabra. Y Quitely maneja cada cuadrito del comic de manera excelente. La historia es sobre como se dan cuenta que el profesor tiene un alma gemela y el dibujo la verdad es increíble.
GR: Pero tu estilo es distinto al de Quitely. ¿De dónde viene?
CC: Cuando creamos el club Nazca con Javier Prado y Carlos Crisóstomo, me llamaron para que haga un comic. La persona que me llamó disfrutaba bastante del Principe Valiant de Hal Foster. Las tiras eran inmensas y me pidieron que trabajara en ese estilo. En aquél entonces yo ya trabajaba con estilógrafo y de pronto tuve que aprender a manejar el pincel. ¡Lo gracioso es que nunca había pintado con pincel! Tenía 17 años y solo sabia manejar plumilla. “Es bien fácil”- me dijeron, -“Tú puedes”. Empecé a ver el comic de Foster paro aprenderlo, pero la verdad es que a mí más me gustaba Alex Raymond que hacía Flash Gordon. Pero en conclusión, aprendí de esos 2, Raymond y Foster.
(Prince Valiant de Hal Foster)
GR: Dos maestros de maestros
CC: Claro. En general yo diría que tengo un estilo pulcro. Líneas limpias. Antes de la computadora uno tenía que entintar y hacer todo a mano. Todo tenía que estar perfecto. Y yo trabajaba en paginas enormes de 30 X 40. Las páginas eran tan grandes que cuando las llevaba al Comercio, no entraban en la copiadora que tenían. Así que tenían que recortar las páginas para poder escanearlas.
GR: ¡Qué desgracia! Suena a lo que le hacían a los dibujantes en Marvel y DC en los 60s.
CC: Sí, desde entonces dejé de trabajar en páginas grandes y empecé a dibujar en páginas mas pequeñas. Si tu ves los primeros números del Súper Cholo te vas a dar cuenta que los dibujos son mucho más detallados y de mayor calidad. Pero eso no es todo. El Comercio no te devolvía los originales. Te decían que ya eran parte de la empresa y punto. Y yo trabajé bastante en esos comics. Normalmente una página del Super Cholo me tomaba un día. Pero las primeras 8 páginas que hice me tomaron 2 meses enteros hacerlas. Pero bueno, la cosa es que cuando empezaron a sacar a todos del comercio, una de las secretaria me pasó la voz. Me acerco y me dice que los últimos Súper Cholos los tenía guardaditos en un cajón.
GR: Pucha...
CC: Sí. Me pasó los últimos que había dibujado. Pero mis favoritos, los primeros que había hecho en páginas grandes ya no los tenían.
GR: A lo mejor hay un cuarto en El Comercio con todos los dibujos originales del Súper Cholo.
CC: (risas) Seguro. Encima esos los dibujaba con una tinta que ya no existe. Usaba la Artist Color de Rotting. Es una tinta que ya no lo hacen. En Internet he preguntado, he buscado pero no la he podido encontrar. Ahora todo lo hacen con computadora. Pero volviendo al tema, sí. Siempre me ha gustado el trazo limpio. Pero eso ha cambiado. Ahora la gente dibuja de manera más libre, más espontánea. Y yo también. A veces veo mi dibujo en bosquejo y me gusta más así que cuando se ve todo terminado y limpio. Es una evolución creo yo. Como el estilo de Frank Miller. Antes entintaba parecido a Vincent Coletta, muy clásico. Y cuando hace Batman, empieza a cambiar bastante. Y con Sin City, uff... Para cambiando su estilo. Pero sí, yo empecé así y ahora hago pocos comics al año. Más que nada para Carboncito. Pero estoy tratando de cambiar mi estilo. Ya no me gustan mucho esos dibujos que hacía para Súper Cholo. Ahora, muchas de las cosas que hago para Caretas me sirven para plantearme nuevos estilos, nuevas técnicas. Me he dado cuenta que muchos de los artistas que he conocido y que me gustan llegaron a un punto en sus carreras en que dejaron por completo su estilo y cambiaron. Y siempre ha sido así. La mayoría de cosas que he hecho, las he ido improvisando a media que me las pedían. Cuando me pidieron hacer caricaturas, yo nunca había hecho algo similar. Pero empecé y le encontré el estilo. Igual con ilustraciones de cuentos para niños. Nunca había hecho algo similar. Es como si tomara de mi subconsciente, imágenes que he visto antes y las usara para dibujar.
GR: ¿Y ahora?
CC: No se, creo que si llego a pasar a la historia, pasaré a la historia como la persona que tomaba personajes antiguos (risas). Cogí al Súper Cholo y a la Araña NO que era un personaje de Juan Acevedo. También salió en El Mundo que era un muy buen diario como El Comercio. Juan me daba todos los días una página A4 con esbozos y el argumento y yo hacía una página al día.
GR: ¿Cómo estructuras una página?
CC: Lo hago de una forma global. Empiezo viendo la página, como van a ir las viñetas y de ahí dibujo los personajes. Siempre empiezo con las cabezas. A veces usaba personas como mi hermano como referencia para algunos personajes. En uno de los primeros números del Súper Cholo salía su rostro. Pero en realidad, me imagino todo visualmente, como si fuera una película. Pero no solo en comics, lo hago con todo. Cuando hablo con mi esposa y le cuento cosas, siempre explico todos los detalles de manera visual. Esto era así, eso era asá. Como si estuviera allí mismo. Recuerdo que cuando le preguntaron a Honigmann cómo hacía para dibujar, dijo algo que estoy seguro si le preguntas a cualquier dibujante te va a decir lo mismo. "Yo me imagino una escena, y la copio" y lo mismo te respondo yo. Uno ve una página en su cabeza. Lo único que tienes que hacer es copiarla, plasmarla en un papel.
GR: ¿Cómo te sientes respecto al Súper Cholo?
CC: Fue un trabajo del cual siempre voy a estar orgulloso. A pesar que nunca me devolvieron los originales y que casi no acepto el trabajo por eso, a pesar de todo eso, siempre lo tomé como una gran responsabilidad. Ponía mi esfuerzo y trataba de hacer lo mejor que podía. De ahí me daban más chamba y tenía menos tiempo por lo que tenía que apurarme, pero siempre traté de hacer lo mejor posible. Siempre voy a estar orgulloso de haber trabajado en un comic hecho y publicado en el Perú.
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Mil gracias a Carlos. Espero hayan disfrutado la entrevista y no se olviden de visitar su blog. Interesante la forma en que un periódico manejaba un comic nacional hace tan solo diez años ¿no? Pareciera que Mort Weisinger los hubiese estado editando.
En fin, ya se lo que todos están pensando. ¿¡Cómo diablos iba a terminar el Campeonato Intergaláctico!? Bueno, no se alarmen. Carlos fue lo suficiente buena gente de hacernos llegar las últimas páginas que nunca fueron publicadas. Damas y caballeros, los dejo con las últimas dos páginas del Súper. Disfruten.
Comentarios
Se que Máximo vio la luz en algunos números de Carboncito. Además, puedes encontrar otras páginas de Máximo y otros trabajos de Carlos en su blog:
http://castellanoscomics.blogspot.com/
La historia de Maximo me parece interesante... pero te dejan ese mal sabor de boca de si continuara.. a ver si le da el tiempo y se anima de tirarlo impresa de manera individual y lanzarlo en la web como el cuy de acevedo.
saludos
Gracias por sus comentarios. De hecho Carlos es uno de los pocos capos que hay en el Perú. Saludos!
Sigan asi!!!
Saludos
www.blogs.sugoi.com.pe/sala_autopsias/