Si nunca han leído Stray Bullets de David Lapham, pongan mucha atención. Están a punto de entrar a un universo de sangre y pathos del cual no hay retorno.
Exacto. En caso se estén preguntando, Stray Bullets es uno de los mejores comics independientes que se hicieron en los noventas. Es una serie de crímenes, tragedias humanas, drogas, gangsters y vacas deformes. No estoy bromeando. Pero lo sorprendente no es el tipo de historia que cuenta, pero más bien el hecho que no cae en ni uno de los clichés que puedas imaginarte. Lapham en los noventas logró reinventar el género y lo infundió con una originalidad que a decir verdad, se extrañaba en el 95% de los comics de esa época.
Ahora, si tuviera que escoger una palabra para describir Stray Bullets, creo que escogería "oscura". Y no, no me refiero oscura a lo Sin City o a lo Watchmen. Stray Bullets apunta directo a ese rincón oscuro que tenemos todos en nuestro cerebro y que empujamos a un lado durante todo el día. Ese rincón que como bien dice Michael Aronson, "no viene de acciones o de los personajes, pero de las implicaciones y el contexto de estas acciones. El mundo de Stray Bullets es igual al nuestro, en el que todos han visto Star Wars y nadie es perfecto."
No lo podría haber dicho mejor. Stray Bullets está repleto de personajes con debilidades morales. Enfermos mentales que tratan de tener relaciones sexuales con un cadáver. Mujeres que sueñan con irse del pueblo y que no encuentran mejor solución que asesinar a sus parejas a sangre fría y huir con un maletín lleno de heroína. Niñas que corren riesgos de ser violadas para luego convertirse en herramientas políticas. ¿Quieren ver lo sucio y lo negro que ocurre en todas las sociedades y que felizmente ignoramos día a día? Entonces lean Stray Bullets.
Ahora seguro se preguntarán a que voy con todo esto. Bueno, sucede que ahora pueden leer los primeros cuatro números de Stray Bullets totalmente gratis dando click aquí. No tienes que descargar ni esperar nada. Las imágenes se encuentran allí esperándolos con los brazos abiertos.
No tengan miedo.
Exacto. En caso se estén preguntando, Stray Bullets es uno de los mejores comics independientes que se hicieron en los noventas. Es una serie de crímenes, tragedias humanas, drogas, gangsters y vacas deformes. No estoy bromeando. Pero lo sorprendente no es el tipo de historia que cuenta, pero más bien el hecho que no cae en ni uno de los clichés que puedas imaginarte. Lapham en los noventas logró reinventar el género y lo infundió con una originalidad que a decir verdad, se extrañaba en el 95% de los comics de esa época.
Ahora, si tuviera que escoger una palabra para describir Stray Bullets, creo que escogería "oscura". Y no, no me refiero oscura a lo Sin City o a lo Watchmen. Stray Bullets apunta directo a ese rincón oscuro que tenemos todos en nuestro cerebro y que empujamos a un lado durante todo el día. Ese rincón que como bien dice Michael Aronson, "no viene de acciones o de los personajes, pero de las implicaciones y el contexto de estas acciones. El mundo de Stray Bullets es igual al nuestro, en el que todos han visto Star Wars y nadie es perfecto."
No lo podría haber dicho mejor. Stray Bullets está repleto de personajes con debilidades morales. Enfermos mentales que tratan de tener relaciones sexuales con un cadáver. Mujeres que sueñan con irse del pueblo y que no encuentran mejor solución que asesinar a sus parejas a sangre fría y huir con un maletín lleno de heroína. Niñas que corren riesgos de ser violadas para luego convertirse en herramientas políticas. ¿Quieren ver lo sucio y lo negro que ocurre en todas las sociedades y que felizmente ignoramos día a día? Entonces lean Stray Bullets.
Ahora seguro se preguntarán a que voy con todo esto. Bueno, sucede que ahora pueden leer los primeros cuatro números de Stray Bullets totalmente gratis dando click aquí. No tienes que descargar ni esperar nada. Las imágenes se encuentran allí esperándolos con los brazos abiertos.
No tengan miedo.
Comentarios
Sin City es oscura, de todas maneras, por donde se le mire.
Pero no definiría a Watchmen como oscura necesariamente, me parece que ese fue uno de los aspectos de Watchmen -y el que la gente imitó a mansalva-, pero watchmen también tiene mucho de sátira, de humor (me cague de risa varias veces al leerlo), ciencia ficción, entre otras cosas (entre ellas por supuesto el drama). Justo lo que decía Alan Moore en un post que publicaste hace poco.
Saludos!!!
Hmm... Sin City tiene una oscuridad distinta. Es oscura claro, pero no siento que es una oscuridad que nos afecte personalmente. Es increíble, no lo niego, pero no tengo miedo que alguien como Marv o Kevin puedan aparecer en la calle en cualquier momento.
Stray Bullets es distinta. Juega con temores reales llevados al límite. Con el hecho que un día llegues a tu casa, abras la puerta y encuentres un pequeño rastro de sangre. Llames en voz alta a alguien y no tengas respuesta alguna. Lo sigues lentamente en silencio y entrando a la cocina, ves --- bueno, creo que ya se entiende un poco, jaja. Saludos !!
A mi los comics de serie negra me gustan muchísimo, prefiero ese termino a llamarlo simplemente "oscuros", títulos como la Escena del crimen, 100 Balas, Torso (y los otros de Bendis), Blacksad, Blanco Humano, pues son comics recomendadísimos... Y Sin City, pues no sé... a mi sólo me gustaron El duro adiós y Ese cobarde bastardo, el resto, a riesgo de ser vapuleado ;) ...pues de legibles no pasaban.
Sin City es una serie que, aparte de lo aparente, exige demasiado al lector. No me sorprende que mucha gente no comprenda lo que Miller quizo hacer.
El problema no es que todo se vea exagerado, acartonado y falso. El problema es que los cómics de Sin City son exactamente así de exagerados, de acartonados y de falsos. Si alguien llegó a creer que Miller estaba haciendo género negro, basta mirar un par de viñetas (o seguir la película) para darse cuenta de que no, de que Miller sigue haciendo superhéroes, quizá porque no sabe hacer otra cosa. A pesar de la estética innovadora (que se agota pronto en sí misma, ay), las proezas exageradas de unos y otros, los tiros que no matan, la violencia desaforada, los grupos de superheroínas ("Las Super-Putis", que me decía anoche mi amigo Antonio) hacen que en el fondo estemos viendo más de lo mismo. Y, lo peor de todo, más de lo mismo una y otra vez. Los personajes (y sigo hablando del cómic) son indistinguibles unos de otros en sus motivaciones y sus reflexiones (y a veces en su físico, cuando a Miller le da la desgana también aprendida de Hugo Pratt). Las historias son a tiro fijo, literalmente, entrar a saco como elefantes en cacharrerías y pasar a otra que es un calco de la anterior.
Pero como lo comenté en otro post, creo, o en otro blog, por el simple hecho de haber escrito Daredevil, Ronin, Batman Año 1, Batman El Señor de la Noche, Ese Cobarde Bastardo, El Duro Adiós, sus historias sobre Elektra, pues el tío merece pasar a la historia y ser recordado y admirado por siempre...pero el resto, jo, vamos, es más de los mismo...
Un saludo