Denle la bienvenida a Angello Tangherlini, administrador del blog Popultura, y flamante nuevo contribuyente de Ciudadano POP. Díganle hey en los comentarios y los dejo con su primer post sobre uno de mis comics favoritos (y uno de los pocos que sigo comprando mensualmente) : DMZ.
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Vertigo nos tiene acostumbrados a buenas series, dentro de las cuales podemos nombrar a Preacher, Y The Last Man, Sandman, Fables, entre otras, sin embargo, esta editorial subsidiaria de DC no llega a ser tan independiente como otras editoriales que ofrecen material “revolucionario”, hasta podríamos decir que contrasistema. Pero hay una serie que Vertigo viene publicando desde el 2005, de la que no he oído hablar mucho aquí en Perú, que toca temas realmente sensibles para el americano promedio, la guerra, esa maquinaria generadora de dinero para los Estados Unidos, la misma que fue el impulso económico de la nación gringa y meses después fue una de las culpables de su debacle financiera. Hablo nada más y nada menos que de DMZ, siglas que en castellano significan “Zona Desmilitarizada”.
DMZ tiene como guionista a Brian Wood (The Couriers, The Tourist, Generation X, entre otros) y el encargado del arte es Ricardo Burchielli (que tiene a DMZ como su primer trabajo en Estados Unidos), y son los encargados de llevar a cabo esta serie que se centra en la segunda guerra civil norteamericana, que enfrenta a los Estados Libres contra los Estados Unidos de América. Este comic retrata la barbarie, destrucción, crueldad, corrupción, conspiraciones y juegos de poder, que es de lo que siempre se acusa a EE.UU. como resultado de las guerras en donde participa, sin embargo, ahora todo eso se da en propio territorio norteamericano. Esta historia no viene con rodeos, es cruda, sin pelos en la lengua, apelando siempre a la ficción, pero sin dejar de lado elementos reales, que todos en algún momento hemos escuchado sobre la actuación de los Estados Unidos en un conflicto bélico, y no solo a nivel narrativo, la parte gráfica es directa, si hay que presentar personas mutiladas, no duden de que Burchielli lo mostrará sin el más mínimo reparo y con gran detalle.
El ambiente, como ya lo dije, es una guerra civil en los Estados Unidos, y la narración de la historia se centra en la DMZ, la zona desmilitarizada que en este caso es la isla de Manhattan. En teoría, esa zona no es ni de los Estados Libres ni de los Estados Unidos, y la población se encuentra confusa ya que no sabe a quién respaldar, si te decides por los Estados Unidos, es probable que los Estados Libres te eliminen al instante, si te adhieres a los Estados Libres, atente a las consecuencias, eres un traídos, posiblemente un terrorista y Estados Unidos ya no te protege.
En medio de este escenario de confusión y caos, por casualidades de la vida, Matthew Roth (Matty Roth), periodista novato, con un padre con influencias, logra ser incluido a una misión periodística, cuya finalidad era realizar un reportaje sobre la vida en la DMZ, sin embargo, el convoy es atacado por “terroristas” de los Estados Libres, y el único que sale ileso es Matty Roth. A partir de este momento, Matty es el único corresponsal de guerra en la zona, empezando a reportar diariamente para la cadena de noticias en donde trabaja, sin embargo, al convivir con la gente de la DMZ, empieza a cultivar amistades, unas más peculiares que otras, algunas peligrosas inclusive, y a darse cuenta de que todo lo que se decía sobre la gente que ahí vivía era falso, el convivir por dos años con estar personas lo sensibiliza, y sin tomar partido por ninguno de los dos bandos en disputa, lo único que busca es el bienestar de los que ahora son sus conciudadanos.
A medida que van pasando los capítulos, Matty se convierte en un periodista independiente, no importándole de donde viene, solo busca la verdad, y en esa búsqueda de la verdad, descubre todo de lo que es capaz Estados Unidos por ganar una guerra, todos los manejos políticos y los juegos sucios para desprestigiar a sus enemigos. En el volumen dos de esta serie, Matty Roth logra desenmascarar a una transnacional que tenía lazos muy estrechos con el gobierno, que logra obtener el contrato para reconstruir Manhattan; sin embargo, todo esto era una tapadera de las verdaderas intenciones de los Estados Unidos, recuperar la DMZ por la fuerza, es decir, el poder económico al servicio del poder político. El tercer volumen tiene a Matty inmerso en la investigación de una matanza a gran escala realizada por el ejército de los Estados Unidos cuando recién comenzando la guerra civil, a propósito del juicio que en Estados Unidos se viene llevando a los implicados en la tragedia. La investigación del joven periodista llega a los más profundo, descubriendo asuntos que a muchos no le conviene que salgan a la luz, por lo que las cosas son llevadas de cierta manera para evitar a toda costa la publicación de dicha investigación.
Esta serie no contiene mucha acción, pero es un gran trabajo, que, como dije anteriormente, muestra por medio de la ficción trazos de la realidad de un tema tan sensible como es la guerra. Y gracias a Brian Wood, la historia nunca deja de ser sumamente interesante, es excelente, utilizando diferentes voces narrativas y algunos flashbacks que van aclarándonos el panorama global de la situación. Un comic totalmente recomendada a aquellas personas que, como muchos, piensan que los Estados Unidos no es una nación totalmente transparente, y también es recomendada para aquellos fanáticos de los comics críticos y bien escritos.
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Vertigo nos tiene acostumbrados a buenas series, dentro de las cuales podemos nombrar a Preacher, Y The Last Man, Sandman, Fables, entre otras, sin embargo, esta editorial subsidiaria de DC no llega a ser tan independiente como otras editoriales que ofrecen material “revolucionario”, hasta podríamos decir que contrasistema. Pero hay una serie que Vertigo viene publicando desde el 2005, de la que no he oído hablar mucho aquí en Perú, que toca temas realmente sensibles para el americano promedio, la guerra, esa maquinaria generadora de dinero para los Estados Unidos, la misma que fue el impulso económico de la nación gringa y meses después fue una de las culpables de su debacle financiera. Hablo nada más y nada menos que de DMZ, siglas que en castellano significan “Zona Desmilitarizada”.
DMZ tiene como guionista a Brian Wood (The Couriers, The Tourist, Generation X, entre otros) y el encargado del arte es Ricardo Burchielli (que tiene a DMZ como su primer trabajo en Estados Unidos), y son los encargados de llevar a cabo esta serie que se centra en la segunda guerra civil norteamericana, que enfrenta a los Estados Libres contra los Estados Unidos de América. Este comic retrata la barbarie, destrucción, crueldad, corrupción, conspiraciones y juegos de poder, que es de lo que siempre se acusa a EE.UU. como resultado de las guerras en donde participa, sin embargo, ahora todo eso se da en propio territorio norteamericano. Esta historia no viene con rodeos, es cruda, sin pelos en la lengua, apelando siempre a la ficción, pero sin dejar de lado elementos reales, que todos en algún momento hemos escuchado sobre la actuación de los Estados Unidos en un conflicto bélico, y no solo a nivel narrativo, la parte gráfica es directa, si hay que presentar personas mutiladas, no duden de que Burchielli lo mostrará sin el más mínimo reparo y con gran detalle.
El ambiente, como ya lo dije, es una guerra civil en los Estados Unidos, y la narración de la historia se centra en la DMZ, la zona desmilitarizada que en este caso es la isla de Manhattan. En teoría, esa zona no es ni de los Estados Libres ni de los Estados Unidos, y la población se encuentra confusa ya que no sabe a quién respaldar, si te decides por los Estados Unidos, es probable que los Estados Libres te eliminen al instante, si te adhieres a los Estados Libres, atente a las consecuencias, eres un traídos, posiblemente un terrorista y Estados Unidos ya no te protege.
En medio de este escenario de confusión y caos, por casualidades de la vida, Matthew Roth (Matty Roth), periodista novato, con un padre con influencias, logra ser incluido a una misión periodística, cuya finalidad era realizar un reportaje sobre la vida en la DMZ, sin embargo, el convoy es atacado por “terroristas” de los Estados Libres, y el único que sale ileso es Matty Roth. A partir de este momento, Matty es el único corresponsal de guerra en la zona, empezando a reportar diariamente para la cadena de noticias en donde trabaja, sin embargo, al convivir con la gente de la DMZ, empieza a cultivar amistades, unas más peculiares que otras, algunas peligrosas inclusive, y a darse cuenta de que todo lo que se decía sobre la gente que ahí vivía era falso, el convivir por dos años con estar personas lo sensibiliza, y sin tomar partido por ninguno de los dos bandos en disputa, lo único que busca es el bienestar de los que ahora son sus conciudadanos.
A medida que van pasando los capítulos, Matty se convierte en un periodista independiente, no importándole de donde viene, solo busca la verdad, y en esa búsqueda de la verdad, descubre todo de lo que es capaz Estados Unidos por ganar una guerra, todos los manejos políticos y los juegos sucios para desprestigiar a sus enemigos. En el volumen dos de esta serie, Matty Roth logra desenmascarar a una transnacional que tenía lazos muy estrechos con el gobierno, que logra obtener el contrato para reconstruir Manhattan; sin embargo, todo esto era una tapadera de las verdaderas intenciones de los Estados Unidos, recuperar la DMZ por la fuerza, es decir, el poder económico al servicio del poder político. El tercer volumen tiene a Matty inmerso en la investigación de una matanza a gran escala realizada por el ejército de los Estados Unidos cuando recién comenzando la guerra civil, a propósito del juicio que en Estados Unidos se viene llevando a los implicados en la tragedia. La investigación del joven periodista llega a los más profundo, descubriendo asuntos que a muchos no le conviene que salgan a la luz, por lo que las cosas son llevadas de cierta manera para evitar a toda costa la publicación de dicha investigación.
Esta serie no contiene mucha acción, pero es un gran trabajo, que, como dije anteriormente, muestra por medio de la ficción trazos de la realidad de un tema tan sensible como es la guerra. Y gracias a Brian Wood, la historia nunca deja de ser sumamente interesante, es excelente, utilizando diferentes voces narrativas y algunos flashbacks que van aclarándonos el panorama global de la situación. Un comic totalmente recomendada a aquellas personas que, como muchos, piensan que los Estados Unidos no es una nación totalmente transparente, y también es recomendada para aquellos fanáticos de los comics críticos y bien escritos.
Comentarios
pero que muchos no podemos leer por motivos de difícil acceso (a lo mucho hemos ojeado un numero completo).
Que lástima que ver estos títulos publicados aquí en el Perú sea sólo un sueño, parece que aquí sólo hay espacio para Spiderman, Btman o cosas por el estilo...
¿Dejaste "Popultura" para venir acá? Bueno bueno lo hecho hecho está.
Demasiado genial tu reseña hace tiempo que quiero leer este cómic pero por cosas de la vida se me pasa. Terminaré de releer Scott Pilgrim para darme un tiempito.
Bites.
gracias:)
Bueno, respecto a la consulta de gmolero42, comics revolucionarios pueden ser "Persépolis" de Marjane Satrapi, "Metropolis" de Osamu Tezuka, "El libro de Génesis" de Crumb, otros muy buenos son "Ghost World", "Preacher" (este atenta directamente con la religión) y "El Asco" de Grant Morrison. Ahora, si puedes conseguir un recopilatorio de varias historias que se titula "La Argentina en Pedazos", no te arrepentirás, es genial, muy interesante.
Saludos.
Como les dije anteriormente?, era necesario repetir la misma frase dos veces? si ya lo dijiste porq hacer un bis de lo mismo? Mejor no vuelvas a decir nada reiterativo para la proxima.
Victor Aldave