¿Un poco de sangre con tu Kick-Ass?

Dado que el film basado en el comic de Millar y Romita Jr se estrena esta semana en el Peru, los dejo con un artículo que escribí hace meses para Vivacity y que recientemente fue resucitado por los amigos de Frikis.pe.

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Mark Millar ha reinterpretado la leyenda del Quijote de la Macha para todos los jóvenes del siglo veintiuno. En Kick Ass, Millar y John Romita Jr. dan vida a Dave Lizewski, un adolescente que de tanto ingerir historietas de Marvel sobre hombres de roca y arañas mutantes, ha llegado a la conclusión que ser un superhéroe no es una idea del todo ilusoria y que puede convertirla en algo real y factible para el mundo de hoy.

De esta forma y sin ningún entrenamiento de por medio, Dave decide levantar dos pedazos de tubería como armas y encargarse del crimen en la ciudad. Lo que supuestamente comienza como una historia de superhéroes en el mundo real (tema que dicho sea de paso ha sido martillado hasta el cansancio), se convertirá gradualmente en una vorágine de sangre y corazones rotos. Y al igual que en el Quijote, al final los molinos resultarán ser demasiado grandes para Dave.

El mundo de Kick Ass es un mundo en el cual como se indica en el título, la juventud solo está interesada en patear traseros. Y es que Dave al igual que Red Mist, su compañero de andanzas, son jóvenes miserables que no han hecho nada por la vida y que al haber sido criados con una dieta estable de películas violentas y comerciales cargados de contenido sexual durante toda su vida, han descubierto que no hay sensación más dulce que la de ponerse una capa, golpear a alguien donde el sol no brilla y escapar como el viento entre la multitud.

Con la excepción de Hit Girl y Big Daddy, una pareja experta en destruir cráneos, los personajes de Kick Ass son seres antisociales que a decir verdad, no tienen nada que perder. Solo son chicos que juegan Xbox todo el día, que leen comics y que cuando alguien les roba la billetera en las calles, se preguntan por qué no puede aparecer un vengador anónimo para ayudarlos. Olvídense de los policías. Al igual que el ciudadano peruano promedio, Dave y el resto saben que es más probable que un encapuchado ficticio los rescate antes que un servidor público.

Una advertencia. El comic tiene una alta dosis de violencia y sangre. Cuando alguien recibe un bate en la cabeza, el resultado no es para nada bonito. Romita Jr. no tiene miedo en salpicar sangre por todos lados y fácilmente podríamos decir que el tono del comic está influenciado por Quentin Tarantino. Como la mayoría sabe, la mente de un joven de 16 años es un lugar sumamente extraño, un pantano lleno de cuartos con puertas cerradas con candados oxidados. Millar tiene las llaves y poco a poco veremos de qué es capaz un chico normal con el poder de patearte el trasero.