Los dejo con la columna que escribí para Peru 21 y que salió publicada el día de hoy. Como de costumbre, lo que leen abajo varía un poco de lo finalmente publicado. Ojalá les guste.
Aula a la Deriva
Kazuo Umezu está demente. Tiene que estarlo, no hay otra explicación. Las historias que ha creado son siniestras en exceso, pesadillas que solo pueden emanar de personas que viven en planos dimensionales distintos – gente como Dario Argento o H.P. Lovecraft. Tomemos por ejemplo a ‘Aula a la Deriva’, un manga clásico de 1972 que narra el horror que vive un grupo de estudiantes luego de que su colegio desaparece un lunes por la mañana y se ven todos transportados a un futuro desierto y endemoniado (sin ninguna supervisión adulta).
Lo que fácilmente pudo ser un bosquejo de sobrevivencia y un análisis social inspirado en William Golding, es en realidad un examen de lo oscuro que puede ser el alma del ser humano. Cuando los niños se ven amenazados por un brote repentino de la peste negra, su primera reacción es llorar y pedir auxilio. La segunda reacción, es matar indiscriminadamente a todo compañero que podría llevar el virus. La tercera… es quemarse a sí mismos.
Si bien está protagonizados por niños, este es un manga para adultos, que no quepa la menor duda. Desde profesores que empiezan a asesinar niños con martillos hasta insectos gigantes que muy “gráficamente” rompen todo lo que tocan (incluyendo seres vivos), lo único que se quedará con el lector al final es una sensación de vacío en ese lugar donde solían tener el corazón. Un niño puede ser racional, por supuesto. Pero cuando tienes a más de 500 sin agua, todos llorando por sus madres; bueno, digamos que es un monstruo totalmente distinto.
Aula a la Deriva
Kazuo Umezu está demente. Tiene que estarlo, no hay otra explicación. Las historias que ha creado son siniestras en exceso, pesadillas que solo pueden emanar de personas que viven en planos dimensionales distintos – gente como Dario Argento o H.P. Lovecraft. Tomemos por ejemplo a ‘Aula a la Deriva’, un manga clásico de 1972 que narra el horror que vive un grupo de estudiantes luego de que su colegio desaparece un lunes por la mañana y se ven todos transportados a un futuro desierto y endemoniado (sin ninguna supervisión adulta).
Lo que fácilmente pudo ser un bosquejo de sobrevivencia y un análisis social inspirado en William Golding, es en realidad un examen de lo oscuro que puede ser el alma del ser humano. Cuando los niños se ven amenazados por un brote repentino de la peste negra, su primera reacción es llorar y pedir auxilio. La segunda reacción, es matar indiscriminadamente a todo compañero que podría llevar el virus. La tercera… es quemarse a sí mismos.
Si bien está protagonizados por niños, este es un manga para adultos, que no quepa la menor duda. Desde profesores que empiezan a asesinar niños con martillos hasta insectos gigantes que muy “gráficamente” rompen todo lo que tocan (incluyendo seres vivos), lo único que se quedará con el lector al final es una sensación de vacío en ese lugar donde solían tener el corazón. Un niño puede ser racional, por supuesto. Pero cuando tienes a más de 500 sin agua, todos llorando por sus madres; bueno, digamos que es un monstruo totalmente distinto.
Comentarios
Saludos
Ed.
Su trabajo recuerda la respuesta de Takashi Miike ("Audition", "Ichi the killer", etc.) a la pregunta de cuál era su película de horror favorita y respondió que cualquiera de las que vio de niño, porque las sensaciones que tuvo en ese momento nunca se repetirán... aunque con las historietas de Umezu tenemos aún esa posibilidad...
En "Aula a la Deriva" recuerdo una parte en la que uno de los pocos adultos enloquece y desarrolla una especie de regresión, comportándose como un bebé. Los niños se preguntan por qué enloqueció y eventualmente llegan a la conclusión de que ellos al ser niños, no son tan racionales como los adultos y por lo tanto se les es más fácil procesar y enfrentar eventos imposibles cómo por los cuales están pasando.