Image es una de las editoriales, fuera de DC y Marvel, que la viene rompiendo últimamente en Estados Unidos. Series como The Walking Dead, Invincible o Elephantmen, confirman el éxito de este sello.
Y así como estas series, Image cuenta con uno de los mejores comics que hay en la actualidad y del cual me declaro un seguidor y fanático. Hablo de Chew.
Leer Chew es una experiencia tan especial, que al pasar de viñeta a viñeta y de pagina a pagina, queda la sensación de que no estás leyendo un comic, sino más bien, viendo una serie de televisión, una de las ya clásicas sitcom, de las que duran el tiempo justo y necesario para arrancarnos sonrisas y carcajadas, mezclando esto con momentos de seriedad, pero sin embargo, sobre el final, sabemos que es una comedia, una burla de la realidad.
Chew, el comic lanzado por Image durante el 2009, escrita por John Layman y dibujada (con un estilo excelente) por Rob Guillory, tiene como protagonista al escuálido agente federal Tony Chu. Pero Chu no es un agente normal, él es cibopático…no, no está mal escrito ni están leyéndolo mal, y ser cibopático no es tener algún desorden mental que pueda terminar en el asesinato de alguien, ni tampoco es una rara enfermedad degenerativa. Una persona cibopática es aquella que recibe impresiones psíquicas de lo que sea que coma (por cierto, me parece que la palabra cibopático no existe), por ejemplo, si se come una naranja, tendrá conocimiento de la granja en la que se sembró y cosechó, de los pesticidas utilizados, de los trabajadores que tuvieron contacto con ella, es decir, diversos detalles relacionados con las ideas y venidas de esta fruta. Pues bien, Tony tiene este don. ¿Se imaginan lo útil que podría resultar para un agente federal contar con esta capacidad psíquica? Es cierto, es muy útil, pero como podrán ver si le dan una ojeada al comic, resulta en muchos casos totalmente asqueroso.
Tony es un agente federal de la FDA, que es la entidad encargada de regular los alimentos y los medicamentos (drogas) en los Estados Unidos. Pero, cómo es posible que una institución dedicada a tal menester tenga protagonismo en una serie policial, pues bien, aquí empiezan las locuras del comic. La historia transcurre en una realidad alterna en la que la gripe aviar se ha desatado de tal manera que ha provocado muchas muertes (o eso es lo que quiere hacer creer el gobierno), por lo que el pollo ha sido prohibido como alimento, y la FDA ha tomado mayor relevancia que el propio Departamento de Seguridad Interna en los Estados Unidos.
Es así que la historia gira en torno a una serie de asesinatos y desapariciones que se enlazan de manera estrecha con la comida y con la crisis que se ha desatado por la prohibición de comer pollo, casos que terminan en la mano de Tony Chu quien con su capacidad peculiar es capaz de ir develando los intrincados hilos de los crímenes que se van sucediendo a lo largo de la serie. La historia, como mencioné, está llena de gags cómicos, que en más de un momento te arrancan sonrisas y hasta carcajadas; sin embargo, en medio de la frescura que ofrece una comedia, se va desarrollando una trama policial sumamente interesante, con toda una conspiración del gobierno detrás, en la que el personaje principal deberá ser participe quiera o no y en la que se van sucediendo personajes estereotipados, el héroe menospreciado, el jefe amargado que busca hacer la vida imposible al protagonista, el compañero valiente que salva las situaciones peligrosas, la damisela atractiva y amor platónico del protagonista; en fin, personajes con rasgos ya clásicos pero llenos de características adicionales que aumentan el interés en este comic. Por otro lado, los arcos argumentales que se han venido desarrollando hasta el momento combinan de todo un poco; grupos de vampiros, el dueño de una isla caribeña que es un completo delincuente, organismos extraterrestres, y más mucho más.
Es cierto que Chew tiene altas dosis de sangre, y uno que otro fluido poco agradable, sin embargo, esto no la convierte en una historia macabra o violenta, por el contrario, gracias a los gestos de los personajes, a sus posturas y comentarios, estos añadidos ayudan a cimentar el espíritu de burla que encierra el comic.
Definitivamente Chew no tiene, hoy por hoy, competencia en el concepto y el tipo de historia que desarrolla - una sátira policial -, los guiones son frescos y llenos de originalidad, el arte es perfecto para el tipo de narración. Entonces, no es gratis el éxito de ventas conseguido en gringolandia, donde ya van por el número 23 y se han editado cuatro volúmenes recopilatorios, además los premios que ha obtenido la serie como el Eisner por Mejor Nueva Serie y dos Harvey Awards, uno por Mejor Nueva Serie y otro por Mejor Nuevo Talento, avalan a este comic.
Si tienen la oportunidad no dejen de leer esta magnífica serie, algo diferente y divertido, que les aseguro, los mantendrá pegados a la trama desde un inicio.
Y así como estas series, Image cuenta con uno de los mejores comics que hay en la actualidad y del cual me declaro un seguidor y fanático. Hablo de Chew.
Leer Chew es una experiencia tan especial, que al pasar de viñeta a viñeta y de pagina a pagina, queda la sensación de que no estás leyendo un comic, sino más bien, viendo una serie de televisión, una de las ya clásicas sitcom, de las que duran el tiempo justo y necesario para arrancarnos sonrisas y carcajadas, mezclando esto con momentos de seriedad, pero sin embargo, sobre el final, sabemos que es una comedia, una burla de la realidad.
Chew, el comic lanzado por Image durante el 2009, escrita por John Layman y dibujada (con un estilo excelente) por Rob Guillory, tiene como protagonista al escuálido agente federal Tony Chu. Pero Chu no es un agente normal, él es cibopático…no, no está mal escrito ni están leyéndolo mal, y ser cibopático no es tener algún desorden mental que pueda terminar en el asesinato de alguien, ni tampoco es una rara enfermedad degenerativa. Una persona cibopática es aquella que recibe impresiones psíquicas de lo que sea que coma (por cierto, me parece que la palabra cibopático no existe), por ejemplo, si se come una naranja, tendrá conocimiento de la granja en la que se sembró y cosechó, de los pesticidas utilizados, de los trabajadores que tuvieron contacto con ella, es decir, diversos detalles relacionados con las ideas y venidas de esta fruta. Pues bien, Tony tiene este don. ¿Se imaginan lo útil que podría resultar para un agente federal contar con esta capacidad psíquica? Es cierto, es muy útil, pero como podrán ver si le dan una ojeada al comic, resulta en muchos casos totalmente asqueroso.
Tony es un agente federal de la FDA, que es la entidad encargada de regular los alimentos y los medicamentos (drogas) en los Estados Unidos. Pero, cómo es posible que una institución dedicada a tal menester tenga protagonismo en una serie policial, pues bien, aquí empiezan las locuras del comic. La historia transcurre en una realidad alterna en la que la gripe aviar se ha desatado de tal manera que ha provocado muchas muertes (o eso es lo que quiere hacer creer el gobierno), por lo que el pollo ha sido prohibido como alimento, y la FDA ha tomado mayor relevancia que el propio Departamento de Seguridad Interna en los Estados Unidos.
Es así que la historia gira en torno a una serie de asesinatos y desapariciones que se enlazan de manera estrecha con la comida y con la crisis que se ha desatado por la prohibición de comer pollo, casos que terminan en la mano de Tony Chu quien con su capacidad peculiar es capaz de ir develando los intrincados hilos de los crímenes que se van sucediendo a lo largo de la serie. La historia, como mencioné, está llena de gags cómicos, que en más de un momento te arrancan sonrisas y hasta carcajadas; sin embargo, en medio de la frescura que ofrece una comedia, se va desarrollando una trama policial sumamente interesante, con toda una conspiración del gobierno detrás, en la que el personaje principal deberá ser participe quiera o no y en la que se van sucediendo personajes estereotipados, el héroe menospreciado, el jefe amargado que busca hacer la vida imposible al protagonista, el compañero valiente que salva las situaciones peligrosas, la damisela atractiva y amor platónico del protagonista; en fin, personajes con rasgos ya clásicos pero llenos de características adicionales que aumentan el interés en este comic. Por otro lado, los arcos argumentales que se han venido desarrollando hasta el momento combinan de todo un poco; grupos de vampiros, el dueño de una isla caribeña que es un completo delincuente, organismos extraterrestres, y más mucho más.
Es cierto que Chew tiene altas dosis de sangre, y uno que otro fluido poco agradable, sin embargo, esto no la convierte en una historia macabra o violenta, por el contrario, gracias a los gestos de los personajes, a sus posturas y comentarios, estos añadidos ayudan a cimentar el espíritu de burla que encierra el comic.
Definitivamente Chew no tiene, hoy por hoy, competencia en el concepto y el tipo de historia que desarrolla - una sátira policial -, los guiones son frescos y llenos de originalidad, el arte es perfecto para el tipo de narración. Entonces, no es gratis el éxito de ventas conseguido en gringolandia, donde ya van por el número 23 y se han editado cuatro volúmenes recopilatorios, además los premios que ha obtenido la serie como el Eisner por Mejor Nueva Serie y dos Harvey Awards, uno por Mejor Nueva Serie y otro por Mejor Nuevo Talento, avalan a este comic.
Si tienen la oportunidad no dejen de leer esta magnífica serie, algo diferente y divertido, que les aseguro, los mantendrá pegados a la trama desde un inicio.
Comentarios
Me ha "provocado" leer Chew.
Yo de Image vengo siguiendo las clásicas TWD e Invencible, y recién acabo de descubrir Morning Glories. Incluso hice un breve post de esta última en el blog que tenemos con Jorge Orlando y Billy, No creo que seas real. Chequealo cuando tengas tiempo. Si no la estas leyendo, tienes que hacerlo. Es excelente. Es un cómic que recuerda lo impredecible de Lost. Alucina...
Tu post de Chew me invita a sentarme a la mesa y comerme este cómic.
Abrazo,
Hernan
De hecho soy un seguidor del blog, siempre lo leo, cada día tienen notas nuevas, está excelente. Si vi el post de Morning Glories, nunca antes había visto nada de esa serie, pero llama la atención.
Te recomiendo sentarte, extender la servilleta, tomar el tenedor y el cuchillo y devorar este buen comic que es Chew.
Saludos!
Tb he escuchado varias cosas buenas de Locke & Key