Antes que nada, disculpas a todos por haber bajado el output del blog en los últimos días. El avión parte mañana a San Diego y las cosas están de locos. Para recuperar un poco el paso, los dejo con la columna que escribí y que salió publicada hoy en Perú 21 sobre Calvin and Hobbes, la creación de Bill Watterson. Como de costumbre, el texto que leen varía un poco del publicado. Ojalá les guste.
Un niño y su tigre
Llámenme loco y que se abra la tierra y me coman mil arañas venusinas de arena, pero apostaría todo a que a 200 años de aquí, Calvin and Hobbes de Bill Watterson será ovacionado mundialmente como pieza cumbre de la literatura occidental, sobrepasando a clásicos como Peanuts de Charles Schultz o Kraky Kat de Herriman. Las razones tienen más que ver temas emocionales y puede que resulten escuetas pero acertadas, si consideramos que al fin y al cabo estamos hablando de dibujos encerrados en cuadrados de tinta.
Escribir sobre Calvin y Hobbes es como hablar de dos amigos que no has visto en años y que extrañas con todo tu corazón. La tira cómica de Watterson sobre un niño y su tigre imaginario mezcló una imaginación desbordante al mejor estilo de Winsor McKay con comentarios de histrionismo social y político dignos de George Orwell. La serie era en apariencia simple y lo que empezaba siempre como una aventura imaginaria - hombres de nieve que cobraban vida por ejemplo -, terminaba al poco tiempo por convertirse en una discusión sobre lo frágil y ‘líquida’ que puede ser la vida humana.
Calvin and Hobbes hizo que descubriéramos sensaciones que antes hubiéramos pensado imposibles encontrar en un comic y quizá este sea su principal aporte a la cultura humana. Sin contentarse con ser arte secuencial, se atrevió a redefinir el medio. Mención especial merece la pequeña historia de la muerte de un mapache y como este evento puede cambiar todo en la vida de un niño. Los reto a que la lean sin formarse un nudo en la garganta. Es imposible. Googleen ‘Calvin and Hobbes Raccoon Story’ y me avisan cómo les fue.
Pregúntale a cualquier experto en comics y te dirá que junto a Peanuts y Pogo, Calvin and Hobbes fue uno de los pilares de la narración gráfica en los periódicos norteamericanos. A veces jocosa en exceso, a veces llorosa hasta decir basta, el comic de un niño y su tigre es para muchos, una de las razones principales por la cual leemos comics.
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Un niño y su tigre
Llámenme loco y que se abra la tierra y me coman mil arañas venusinas de arena, pero apostaría todo a que a 200 años de aquí, Calvin and Hobbes de Bill Watterson será ovacionado mundialmente como pieza cumbre de la literatura occidental, sobrepasando a clásicos como Peanuts de Charles Schultz o Kraky Kat de Herriman. Las razones tienen más que ver temas emocionales y puede que resulten escuetas pero acertadas, si consideramos que al fin y al cabo estamos hablando de dibujos encerrados en cuadrados de tinta.
Escribir sobre Calvin y Hobbes es como hablar de dos amigos que no has visto en años y que extrañas con todo tu corazón. La tira cómica de Watterson sobre un niño y su tigre imaginario mezcló una imaginación desbordante al mejor estilo de Winsor McKay con comentarios de histrionismo social y político dignos de George Orwell. La serie era en apariencia simple y lo que empezaba siempre como una aventura imaginaria - hombres de nieve que cobraban vida por ejemplo -, terminaba al poco tiempo por convertirse en una discusión sobre lo frágil y ‘líquida’ que puede ser la vida humana.
Calvin and Hobbes hizo que descubriéramos sensaciones que antes hubiéramos pensado imposibles encontrar en un comic y quizá este sea su principal aporte a la cultura humana. Sin contentarse con ser arte secuencial, se atrevió a redefinir el medio. Mención especial merece la pequeña historia de la muerte de un mapache y como este evento puede cambiar todo en la vida de un niño. Los reto a que la lean sin formarse un nudo en la garganta. Es imposible. Googleen ‘Calvin and Hobbes Raccoon Story’ y me avisan cómo les fue.
Pregúntale a cualquier experto en comics y te dirá que junto a Peanuts y Pogo, Calvin and Hobbes fue uno de los pilares de la narración gráfica en los periódicos norteamericanos. A veces jocosa en exceso, a veces llorosa hasta decir basta, el comic de un niño y su tigre es para muchos, una de las razones principales por la cual leemos comics.
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Comentarios
les reboto una pregunta, y actualmente que comic strip contemporaneo continua con el legado de peanuts y calvin & hobbes..? ojo, no comic sino un comic strip publicado diarimente en medios. se me ocurre liniers, al cual admiro y mucho.