Los dejo con la columna que escribí para Peru 21 y que salió publicada la semana pasada (un poco tarde lo se). Como de costumbre, lo que leen abajo varía un poco de lo finalmente publicado. Ojalá les guste.
Solano Lopez RIP
El Eternauta es probablemente el título más representativo de la tradición del comic argentino. La historia de una invasión extraterrestre en forma de una nevada mortal sobre Buenos Aires no solo introdujo un concepto radical al género de la ciencia ficción. También se convirtió en una metáfora sobre los golpes militares de la época – en especial el que tumbó a Juan Perón en el 55 –. El comic es directo y desgarrador con sus villanos. Y no cabe la menor duda que este trabajo no hubiera tenido el mismo impacto si no hubiese contado con el trazo de Francisco Solano Lopez.
Ahora, si me lo permiten, Solano Lopez es una de las pocas personas que estuvo a la altura de grandes como Alberto Breccia y Hugo Pratt. El artista fue una locomotora, entregando siempre páginas con composiciones realistas y texturas sumamente detalladas. Su manejo delicado de sombreado y tramado fue particularmente prodigioso. Al hombre no le bastaba dibujar un saco o un pantalón. Tenía que dibujar todas y cada una las fibras de la tela – algo impensable para los comics modernos que tienen que ser apurados mensualmente.
Solano Lopez perteneció a una escuela que empujaba a cada uno a llevarse al extremo, a dejar el sudor en la página y a dar el todo por el dibujo final. No solo eso, según varios que lo conocieron, el hombre fue todo un ejemplo como persona. Kim Thompson lo llamó “un artista hasta la médula. Su trabajo estaba definido por su integridad, su habilidad y su coraje”. Y eso, en mi opinión, fue su mejor cualidad.
Solano Lopez RIP
El Eternauta es probablemente el título más representativo de la tradición del comic argentino. La historia de una invasión extraterrestre en forma de una nevada mortal sobre Buenos Aires no solo introdujo un concepto radical al género de la ciencia ficción. También se convirtió en una metáfora sobre los golpes militares de la época – en especial el que tumbó a Juan Perón en el 55 –. El comic es directo y desgarrador con sus villanos. Y no cabe la menor duda que este trabajo no hubiera tenido el mismo impacto si no hubiese contado con el trazo de Francisco Solano Lopez.
Ahora, si me lo permiten, Solano Lopez es una de las pocas personas que estuvo a la altura de grandes como Alberto Breccia y Hugo Pratt. El artista fue una locomotora, entregando siempre páginas con composiciones realistas y texturas sumamente detalladas. Su manejo delicado de sombreado y tramado fue particularmente prodigioso. Al hombre no le bastaba dibujar un saco o un pantalón. Tenía que dibujar todas y cada una las fibras de la tela – algo impensable para los comics modernos que tienen que ser apurados mensualmente.
Solano Lopez perteneció a una escuela que empujaba a cada uno a llevarse al extremo, a dejar el sudor en la página y a dar el todo por el dibujo final. No solo eso, según varios que lo conocieron, el hombre fue todo un ejemplo como persona. Kim Thompson lo llamó “un artista hasta la médula. Su trabajo estaba definido por su integridad, su habilidad y su coraje”. Y eso, en mi opinión, fue su mejor cualidad.
Comentarios
A propósito Gianco, leí la columna que publicaste el día de hoy en Perú.21, sobre los cómics ''clásicos'' de la historieta peruana y la posibilidad o viabilidad de su publicación en tomos recopilatorios en la actualidad. A ver si subes la columna cuanto antes pues se puede armar un bonito debate sobre el tema.