Este comic es brillante. Si no ubican el nombre, no se preocupen. Están a tiempo. Aidan Koch es uno de esos artistas con la espectacular habilidad de articular ideas en comics de formas nunca vistas antes. Y es que la magia de sus historias está en la deconstrucción de elementos gráficos y la meditación de relaciones entre panel y panel. El resultado es una sensación onírica que si bien me recuerda a un cruce de Olivier Schrauwen con CF, brilla por poseer una personalidad e identidad propia.
Como dije, una lectura fantástica. No pueden dejar de leerla. Empieza aquí.
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