The Wake y Jupiter's Legacy: Impresiones


The Wake:

Snyder vuelve a demostrar que lo suyo es el suspenso, mantener a los lectores atentos a cada movimiento para no perderse ni un detalle. Esta nueva serie de DC bajo el sello de vértigo parte de una premisa que se viene utilizando mucho, tanto en cómics, series de televisión o películas; que es la presencia de un problema y para su resolución es necesario un especialista (el protagonista), y un equipo que apoye a este protagonista. El especialista en este caso es la Dra. Lee Archer, bióloga marina contactada por Seguridad del Estado para atender una investigación confidencial. Esta primera entrega es ágil en su narración, cumpliendo con las convenciones de este tipo de historias, presentando retazos de información que se relacionan (al menos eso parece) con la trama principal, llegando a un final de número sumamente atractivo y que deja la atención puesta en lo que podría ser el próximo número.


Este cómic tiene una extensión total de diez números, lo que me parece una cantidad de entregas suficientes para desarrollar una buena historia, teniendo en cuenta lo prometedora que se presenta la trama. El apartado gráfico está en manos de Sean Murphy, un artista que ha mostrado un trabajo regular en American Vampire, y que aquí depura un poco más su estilo, sin llegar a convencerme mucho, aunque su estilo calza con el tipo de historia.

Tengo la impresión de que este cómic pinta para ser una buena obra, teniendo en cuenta el final de este primer número solo me queda esperar un desarrollo espectacular de la historia. Los elementos están, esperemos que Snyder no defraude.


Jupiter’s Legacy:

Ultimo trabajo independiente de Mark Millar, rodeado de toda la máquina marketera/propagandística que ultimamente acompaña al escritor escocés. En esta oportunidad hace dupla con otra figura del noveno arte, Frank Quitely. La historia es una vuelta de tuerca más al género de súper héroes, es una especie de versión repensada de Kingdom Come, en donde existe una contraposición entre héroes clásicos y viejos, contra super héroes jóvenes que tienen la responsabilidad de dar la talla.

Habiendo leído el primer número de esta serie, el guión es simple, no tiene el atractivo que podría esperarse de un tipo como Millar, inclusive en algunos pasajes la historia se torna lineal, la única escena de acción no aporta mayor emoción a esta primera parte de la historia. Como mencioné líneas arriba, este cómic aplica la fórmula ya conocida de repensar un mundo con súper héroes (Watchmen, Kingdom Come, Squadron Supreme, etc.), en un entorno contemporáneo, en donde la juventud tiene fácil acceso a las drogas, donde el sexo es pan de cada día, entre otros placeres actuales de la humanidad, y en este entorno están los súper humanos y sus hijos, dos generaciones que se contraponen y que no tienen los mismos principios.



En términos generales, la historia, al menos en  esta primera entrega, no ha sido de mi total agrado, para ser el inicio de una serie o de una colección corta, este debe empezar de tal manera que atrape a los lectores, que termine con suspenso o dejando la necesidad de querer continuar con la historia, sin embargo esto no sucede. Por otro lado, es importante mencionar que el arte de Quitely cada vez va madurando y mejorando, inclusive algunas viñetas evocan el magnífico dibujo de Moebius.

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